LA BELLEZA DE LA JOYERÍA TURCA

Turquía es uno de los 5 mayores productores de joyas en el mundo. Y hay historia para serlo...

Dicen que gracias a las mujeres turcas, los joyeros vincularon y transmitieron la tradición de esta población. A modo de ejemplo, el día de su matrimonio, una novia podía llevar hasta 15 kilos de joyería. Parte de esta también debía llevarla durante el primer año de matrimonio. Se añadía, al nacer el primer hijo, una espectacular diadema.  La mujer podía irse sacando las joyas nupciales pero debía llevarlas en ceremonias, ritos y fiestas.

La ornamentación turca era una aliada para que la mujer fuera diosa, resaltando la gracia de su figura. Brazaletes en el cabello, anillos en los pies, eran un valor. 

En Oriente se originó un extraordinario artesanado de orfebrería, en el cual, las piedras siempre tuvieron un valor astrológico o protector. Cuando Asia estaba habitada mayoritariamente por pastores nómadas, estos consideraban sus joyas como riqueza porque eran fácilmente transportables e intercambiables.